Valladolid ha experimentado una preocupante contracción en el número de trabajadores autónomos. Durante los primeros cuatro meses de 2025, la provincia ha perdido 270 autónomos, pasando de 34.614 al cierre de 2024 a 34.344 en abril.

Este descenso no es aislado, ya que se enmarca dentro de la tendencia de toda la comunidad de Castilla y León, que lidera la pérdida de autónomos con 914 menos este año, lo que representa un decrecimiento del 0,5%. Esto contrasta notablemente con la tendencia nacional, donde se ha registrado un incremento del 0,46% en el mismo periodo, sumando 15.433 nuevos autónomos y alcanzando más de 3,4 millones a nivel nacional.

A nivel nacional, nueve comunidades autónomas han mostrado un crecimiento en sus cifras de trabajadores autónomos. Destacan Baleares, con un aumento del 3,9%, y la Comunidad Valenciana, que ha registrado un incremento del 1,3%. Andalucía también figura entre las regiones con mayor crecimiento, en línea con Murcia que ha reportado un incremento del 0,8%. En términos absolutos, Comunidad Valenciana, con 5.050 nuevos autónomos, y Baleares con 3.913 más, son las de mejor desempeño.

Por el contrario, Castilla y León y Castilla-La Mancha encabezan la lista de comunidades con más pérdidas en este rubro, seguidas de cerca por Aragón y el País Vasco. Dentro de Castilla y León, sólo Segovia logró sumar autónomos, aunque de forma modesta. Las provincias más afectadas aparte de Valladolid son León y Burgos, que también experimentaron descensos significativos.

León, no obstante, sigue liderando en números absolutos el número de autónomos en Castilla y León, aunque el contexto sigue siendo desafiante para todas las provincias. El impacto de la pandemia y la incertidumbre económica han sido factores clave en esta tendencia a la baja que afecta a muchos sectores cruciales para la región.

Dentro de la distribución por género, se observó un incremento mayor en el número de mujeres autónomas en comparación con los varones a nivel nacional. En los primeros cuatro meses del año, el número de emprendedoras aumentó un 0,7%, mientras que el de hombres lo hizo solo un 0,3%. Esto resalta una tendencia positiva en cuanto a la participación femenina en el ámbito del autoempleo.

El análisis sectorial del tejido autónomo muestra luces y sombras. Por un lado, sectores como información y comunicación, educación y actividades profesionales experimentaron un crecimiento notable. Sin embargo, sectores tradicionalmente fuertes como el transporte y el comercio continuaron en descenso, reflejando los cambios económicos y la evolución del mercado laboral.

El presidente de la ATA, Lorenzo Amor, ha expresado su preocupación por la situación. Según Amor, los datos revelan que el impacto de políticas laborales, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), es más perceptible en los sectores más tradicionales, que luchan por mantenerse en un entorno cada vez más competitivo. Las cifras indican que, aunque el panorama laboral parece mejorar a grandes rasgos, los pequeños negocios y los autónomos individuales enfrentan retos crecientes para sostener su actividad.

por redaccion