Nissan anuncia su plan mundial de reajuste que incluye el despido de 20.000 trabajadores hasta 2027. La noticia ha generado incertidumbre en la planta de recambios en Ávila, que aguarda expectante la posible repercusión en sus instalaciones. La multinacional japonesa ha revelado sus planes de reestructuración tras haber sufrido pérdidas económicas significativas el año pasado. La noticia fue recibida con preocupación por parte del comité de empresa en Ávila, que aún espera información oficial sobre el impacto del plan en las plantas europeas y españolas.

El anuncio de despidos forma parte de un escenario financiero complejo para Nissan, donde han destacado la depreciación de sus activos y el aumento de los costes operativos como causas principales de las pérdidas. Aunado a esto, se prevé un impacto negativo adicional por los aranceles a las importaciones de vehículos impuestos por Estados Unidos. Ante esta situación, la compañía ha confirmado que reducirá sus plantas de producción de vehículos de 17 a 10 para el ejercicio fiscal 2027 y llevará a cabo una serie de optimizaciones internas.

A pesar de la incertidumbre y la preocupación en las plantas europeas, se espera que la reestructuración logre impulsar la rentabilidad y la estabilidad financiera de la empresa a largo plazo. Sin embargo, para la planta de recambios en Ávila, la incertidumbre persiste mientras aguardan una comunicación oficial para conocer en detalle los posibles cierres de plantas y despidos.

En este contexto, resulta crucial para la planta de Ávila y otras instalaciones españolas y europeas de Nissan obtener claridad sobre el impacto concreto del plan de reajuste. Mientras tanto, la representación sindical se mantiene en espera, atenta a cualquier desarrollo que pueda brindar mayor claridad sobre el futuro de las instalaciones de la multinacional japonesa en la región.

En conclusión, el plan de reestructuración de Nissan ha generado incertidumbre y preocupación en sus plantas europeas, incluyendo la planta de recambios en Ávila. La reducción de empleos y la reestructuración de las operaciones de fabricación suponen desafíos significativos para la empresa, así como para sus trabajadores y las comunidades donde operan las instalaciones.

por redaccion