Una vez más, el Burladero Show Fest demostró que la lluvia no puede detener la fiesta. Los organizadores y participantes estaban preparados para cualquier eventualidad, recordando la anterior edición, donde los aguaceros empaparon las ganas de bailar al ritmo marcado por los deejays del cartel. A pesar de ello, la música se impuso, y esta vez, afortunadamente, sin mojarse tanto.
El cambio de ubicación, trasladándose por primera vez al Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE), con capacidad para 5.500 personas, fue clave para garantizar el espectáculo. Además, se instaló una carpa que protegía el jolgorio y los bailoteos de la inoportuna lluvia, asegurando que la fiesta continuara sin contratiempos.
La batalla de charangas desencadenó un chaparrón de actuaciones, con decenas de asistentes que desde el mediodía tomaban posiciones, disfrutaban de tragos y calentaban motores bailando. La afluencia al Burladero Show Fest fue en aumento a lo largo de la tarde, con la presencia de deejays y cantantes tanto locales como de Madrid. El público, ansioso de diversión y buena música, se unió para disfrutar en una marea de pañuelos naranjas característicos de esta edición.
La venta de entradas desde que se anunció este festival de diez horas de música elevó la previsión de asistentes por encima de los 3.000, llegando incluso a los 4.000. Sin embargo, la amenaza de lluvia, que se hizo presente en distintos momentos, pudo haber disuadido a algunos espectadores de asistir.
A pesar de esto, el evento resultó todo un éxito, con miles de personas disfrutando de la música y el ambiente festivo. Los organizadores se mostraron satisfechos con el desarrollo del festival y expresaron su agradecimiento a todos los asistentes por hacer del Burladero Show Fest una jornada inolvidable. Sin duda, la lluvia no pudo aguar la fiesta esta vez.