Agentes de la Junta de Castilla y León en Segovia han denunciado recientemente el uso de dispositivos de caza prohibidos en la localidad de Santiuste de Pedraza. En una de las denuncias, se sorprendió a un cazador utilizando un visor térmico para vigilar corzos, una táctica considerada ilegal en el ejercicio de la caza. El cazador fue sancionado con multas que podrían ascender hasta los 10.000 euros, además de enfrentar la posibilidad de perder su licencia de caza y quedar inhabilitado para obtenerla por un período de tiempo determinado.
En otra ocasión, en un coto privado de caza en El Cubillo, se detectó a otro cazador haciendo uso de un visor térmico durante una espera nocturna al jabalí, también una práctica ilegal en la época de veda de la especie. Esta infracción acarreó una sanción aún mayor debido al agravante de la caza en una época prohibida y sin la debida autorización.
La Delegación Territorial de la Junta en Segovia ha reportado un aumento del empleo de visores térmicos en la caza en los últimos años, a pesar de la oposición de la mayoría de los cazadores, quienes consideran que este tipo de dispositivos distorsionan la esencia de la caza y limitan la capacidad de las especies para camuflarse en su entorno natural.
Según los informes, el visor térmico es capaz de detectar la radiación de cualquier objeto o ser vivo y convertirla en colores que representan su temperatura. Esto permite detectar la presencia de animales camuflados en el entorno tanto de día como de noche, alterando el equilibrio natural de la caza.
Ante esta situación, el Servicio Territorial de Medio Ambiente ha instado a los cazadores y gestores cinegéticos a denunciar cualquier práctica ilegal que observen a los agentes medioambientales para que estas puedan ser sancionadas y así evitar el uso inapropiado de dispositivos tecnológicos en el ejercicio de la caza. Es importante recordar que el respeto a la normativa vigente es fundamental para preservar el equilibrio de los ecosistemas y asegurar la práctica responsable de la caza.