A las ocho de la tarde, el Azoguejo se convirtió en un hervidero de vida, música y color. Las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro arrancaron con un vibrante pasacalles que reunió a peñas, charangas, vecinos y visitantes en una comitiva festiva que recorrió las calles entre el Acueducto y la Plaza Mayor. El ambiente era electrizante, cargado de buenas vibraciones.
El evento, que marca el inicio de las celebraciones más esperadas del año, logró congregar a personas de todas las edades, quienes se dejaron llevar por el ritmo contagioso de las charangas y el entusiasmo de las peñas. Los trajes coloridos y las sonrisas de los participantes añadieron un toque especial a la noche, mientras las calles se llenaban de alegría y camaradería.
La ruta del pasacalles, cuidadosamente planificada, permitió a los asistentes disfrutar de algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad, creando una conexión única entre la tradición y el patrimonio local. A medida que avanzaba la comitiva, los balcones se llenaban de espectadores que no querían perderse ni un solo momento de esta celebración tan especial.
Con cada paso, el espíritu festivo se intensificaba, preparando el terreno para los días venideros de actividades culturales, conciertos y eventos que prometen mantener el mismo nivel de entusiasmo y participación. Las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro no solo celebran la historia y las tradiciones, sino que también fortalecen el sentido de comunidad, haciendo que cada edición sea inolvidable para todos los que tienen la suerte de participar.