La Gimnástica Segoviana culminará esta última semana de competición en Primera RFEF con la visita al Ruta de la Plata de Zamora el próximo sábado a las 19:00 horas. Este encuentro no tendrá mayores repercusiones, ya que ambos equipos no se juegan nada significativo: uno ya descendido y el otro sin opción de pelear por el ‘play-off’ en la Copa del Rey. Tras este partido, el equipo no volverá a jugar hasta mediados de junio, y durante ese tiempo se definirá el nuevo proyecto, tomando decisiones estratégicas clave, tales como la continuidad del entrenador Ramsés Gil y la composición de la plantilla para la próxima temporada.
La idea del presidente de la Segoviana, Agustín Cuenca, es seguir la misma línea de las dos últimas temporadas, finalizando la liga un mes antes que en ocasiones anteriores. Sin embargo, el primer paso crucial será determinar si Ramsés Gil seguirá al frente del equipo. Su influencia en la estructura del club ha sido notable, e incluso en los momentos más difíciles de la temporada pasada, su posición nunca estuvo realmente en peligro. Aún no está claro si recibirá ofertas de otros equipos, si dará por finalizada su etapa en la Segoviana, o si percibe margen para seguir mejorando en el cargo.
La decisión de Ramsés será determinante en cuanto a la composición de la plantilla para la próxima temporada, la cual experimentará cambios significativos tras el descenso. Actualmente, solo tres jugadores tienen contrato en vigor para el próximo curso. Según el presidente, no se tiene la intención de realizar grandes revoluciones, pero la reducción del presupuesto motivada por el descenso podría implicar ajustes en los salarios y en el número de fichas disponibles. Esta situación también generará incertidumbre en términos económicos, ya que el club dependerá de la capacidad para mantener su base de abonados y patrocinadores.
La disminución en los ingresos se traducirá en una reducción de gastos, ya que las 20 fichas P mínimas exigidas en Primera RFEF pasarán a ser 16 en la próxima temporada. Esta situación obligará a reducir los salarios de los jugadores, lo que puede complicar la retención de algunos talentos en el equipo. Además, este cambio se produce en un escenario de transición institucional, ya que el club continuará su proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva en junio, lo que implica la formación de un nuevo consejo de administración. En este contexto de cambios, la Segoviana debe afrontar el reto de competir en una nueva realidad, con presupuestos cada vez más elevados, que distan de su situación económica en la Primera RFEF. La incertidumbre es palpable entre los miembros del equipo, quienes deberán evaluar cuidadosamente sus opciones en este nuevo escenario.