El vaciado de la presa de El Tejo ha generado una serie de medidas que resguardan la integridad de la infraestructura y la seguridad de las personas. La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) llevó a cabo esta operación planificada, que ha implicado un descenso acumulado de ocho metros en la cota de la lámina del pantano y una reducción del 54% en el volumen almacenado. Estas maniobras técnicas resultan fundamentales para garantizar la estabilidad y prevención de riesgos en el área. Es crucial destacar que se comunicó previamente al Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) este procedimiento, el cual se realizó de acuerdo con las previsiones establecidas.

Uno de los aspectos más relevantes dentro de este proceso ha sido la apertura controlada del desagüe de fondo en la margen izquierda, iniciada a las 10:00 horas del lunes. Esto significó un desembalse inicial de aproximadamente 1,5 metros cúbicos por segundo. La segunda fase de esta operación ha involucrado un descenso adicional de 3,5 metros en la cota de la lámina del embalse, alcanzando así un total de ocho metros y disminuyendo el volumen almacenado en un 54%. Estas tareas, desarrolladas con cautela y dentro de parámetros de seguridad, tienen como objetivo principal garantizar la estabilidad de las estructuras y el área circundante.

Al mismo tiempo, la CHD ha estado trabajando en acciones de reparación y puesta en servicio de la tubería existente que conecta el embalse de Puente Alta en Revenga (Segovia) con El Espinar. Se informó que las bombas de impulsión para el embalse de Revenga ya han llegado y se está preparando su instalación, con el fin de iniciar un período de pruebas antes de la puesta en servicio prevista para principios de julio. Ante las preocupaciones sobre el suministro de agua en El Espinar, se ha resaltado la importancia de mantener un mensaje de tranquilidad ante la posibilidad de desabastecimiento veraniego, desestimando las declaraciones alarmistas provenientes de diferentes fuentes. Este enfoque busca minimizar preocupaciones innecesarias y mantener la confianza en la pronta solución de estos inconvenientes.

Es evidente que los procesos desarrollados por la CHD y las obras de emergencia tienen un impacto significativo en la región, tanto en términos de sustentabilidad y seguridad como en la gestión de recursos esenciales como el agua. La planificación y ejecución de estas etapas, junto con las medidas adicionales adoptadas, reflejan un compromiso claro hacia el bienestar de la población y el cuidado de la infraestructura, representando un paso firme hacia la resolución de desafíos relacionados con el abastecimiento y la conservación de recursos hídricos en la región.

por redaccion