El concejal Rubén Lozano ha destacado los esfuerzos del Ayuntamiento de Toledo por avanzar en el estudio del amianto en la ciudad, una tarea que, según él, sus predecesores en el gobierno no llevaron a cabo durante sus años de gestión.

Lozano subrayó que el mapa del amianto surge como respuesta a una negligencia previa e informó que ya se ha asignado una partida presupuestaria de 40.000 euros para su desarrollo en 2025. Esta iniciativa fue previamente anunciada por el alcalde Carlos Velázquez en un congreso nacional centrado en el amianto, evidenciando así un compromiso local hacia la erradicación de este peligroso material.

La colaboración de la Asociación de Vecinos ‘El Tajo’ ha sido fundamental desde el comienzo, tal como resaltó Lozano. Este estudio empezará revisando primero los edificios de titularidad municipal, ya que, en palabras del concejal, «no podemos simplemente exigir a otras administraciones que actúen mientras nosotros mismos no lo hacemos». Asegurar que las dependencias locales están libres de amianto es un paso que recordará a otras instituciones la importancia de este tema.

El proyecto se propone cubrir amplias áreas, incluyendo no solo los edificios públicos sino también los privados. Lozano indicó que el mapa del amianto abarcará toda la ciudad, superando las primeras preocupaciones que se centraban en el barrio de Santa María de Benquerencia. Esto sugiere una estrategia integral que busca abordar el problema de manera completa y responsable.

Criticando al Partido Socialista por su inacción durante su mandato de ocho años, Lozano fue contundente en sus declaraciones: «No hicieron nada al respecto cuando tuvieron la oportunidad, y ahora aparentan estar preocupados por este asunto». El concejal insistió en que su administración no está interesada en promesas vacías, sino en soluciones prácticas.

La recogida de datos será fundamental para la planificación de la retirada del amianto, y Lozano afirmó que hacerlo de manera progresiva es la clave para manejar el riesgo sanitario sin causar problemas mayores. «El amianto es un residuo peligroso y debe ser tratado como tal», enfatizó.

La nueva estrategia no solo abarca la identificación y planificación, sino que también se enfocará en educar a la comunidad sobre los peligros del amianto y cómo deben manejarse. Las instituciones locales buscan no solo resolver el problema desde el punto de vista operativo, sino también aumentar la conciencia pública sobre el tema.

Con el marco financiero y administrativo puesto en marcha, el Ayuntamiento de Toledo demuestra su compromiso hacia un entorno más seguro para sus ciudadanos. Mientras tanto, Lozano aboga por que esta etapa sea un catalizador para un enfoque más responsable hacia la gestión ambiental y la salud pública en la ciudad.

por redaccion