La iniciativa de instalar placas fotovoltaicas en la pista de patinaje de la Escuela de Gimnasia está ya en marcha. Este avance busca proveer de energía limpia a la comunidad energética del Casco, un proyecto que empezó a gestarse hace poco más de un año.
El proceso ha avanzado rápidamente desde la creación de la oficina de transformación comunitaria, una unidad clave en la gestión de este proyecto. Aunque no hay una fecha fija para el inicio del uso de la energía solar, se estima que la instalación de las placas solares tomará entre uno y dos meses. Posteriormente, será necesaria una verificación por parte de la empresa Iberdrola antes de poder iniciar el suministro.
El CEO de Kaylan, Lamsayah Baala, se muestra optimista acerca del futuro del proyecto. La intención es que residentes y negocios del Casco puedan convertirse en consumidores de esta energía renovable en un plazo breve. Además, se espera que la comunidad energética se amplíe con el tiempo, sumando nuevas placas.
El presidente de la comunidad energética del Casco, Enrique García, ha anunciado que 37 residentes ya están en lista de espera para beneficiarse de este sistema. Este interés creciente ha incentivado la planificación de dos nuevas cubiertas municipales que se espera estén operativas a finales de año, contribuyendo a un ahorro anual de 170 toneladas de CO2.
Por su parte, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, destacó el éxito de la colaboración entre el sector público y privado que ha sido fundamental para este proyecto. Si bien no ha revelado las ubicaciones para las futuras instalaciones, sugirió que están cerca de la Escuela de Gimnasia. Este esfuerzo conjunto ha cosechado atención de otras comunidades que buscan implementar iniciativas similares.
Velázquez enfatizó que la unión de fuerzas puede llevar a grandes logros y subrayó el impacto social, ambiental y económico positivo de la comunidad energética del Casco. Se trata de la primera iniciativa de este tipo en una ciudad histórica, lo que la convierte en un referente.
Actualmente, la energía generada beneficiará a 65 personas y colectivos en el Casco, incluidos conventos y algunas empresas. Aunque vivir en el Casco presenta desafíos, proyectos como este impulsan su habitabilidad y contribuyen a un entorno más sostenible.
Finalmente, el alcalde recordó las medidas que el Ayuntamiento ha implementado para mejorar la calidad de vida en el Casco, resaltando el impacto positivo de acciones como el pivote único, la reducción del bolseo en más de cien calles y la apertura de ecopuntos para reciclaje.